Nuestra historia se remonta al año 1911, cuando Baldomero Pifarré, empezó a elaborar confituras, membrillo, turrones y caramelos en un pequeño obrador de Bellpuig. Poco a poco, el negocio creció y se orientó a la producción caramelos, peladillas y confites de frutos secos y chocolate.
En esta primera etapa destaca la creación del caramelo Piropos, en el año 1926, un caramelo duro con base de guirlache, que se caracteriza por incluir un piropo en su envoltorio, y que, hoy en día, continuamos produciendo.
Un poco más tarde llegó la participación en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, en la que Baldomero Pifarré recibió el gran premio a la calidad de su dulces y peladillas. En estos más de 100 años de dedicación hemos evolucionado, incorporando nuevas recetas, ingredientes y tecnologías, adaptando nuestra oferta a la nueva demanda, pero no hemos olvidado nunca de donde venimos.
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